JOAN FERRÉS Y LA EDUCACIÓN COMO INDUSTRIA DEL DESEO

Joan Ferrés afirma, en su libro “La educación como industria del deseo”, que las personas nos movemos por la emoción y no por las ideas. Lo que diferencia a unos de otros es el tipo de emociones que les movilizan. Con esto, compara el mundo de la educación afirmando que lo que suele preocuparnos más son los contenidos y no la actitud de la persona que debe asimilarlos.  

Habla de la publicidad en el sistema socioeconómico, ya que la producción de bienes no cumple su función social si no va seguida de la producción del deseo. Se podría decir que no sirve de nada producir bienes de consumo si no se emplea la publicidad para hacer deseables esos bienes y así atraer al consumidor.

Establece una relación de oposición entre la eficiencia de los profesionales de la publicidad y los profesionales de la educación, ya que los profesionales de la publicidad logran que tomemos como indispensable cosas que no necesitamos, mientras que los profesionales de la educación hacen que se produzca el efecto opuesto, que los alumnos consideren prescindible la materia que les quieren “vender” cuando en realidad no lo es ya que dicha materia es crucial para el desarrollo personal de los alumnos. Ningún publicitario se queja nunca por la falta de interés hacia una marca. El trabajo de publicitario es generar demanda, despertar interés en las personas. Si comparamos esto con los educadores, podemos que ver que estos últimos siempre se están quejando de la falta de motivación de sus alumnos pero ninguno muestra interés en luchar contra esa dejadez y generar una demanda de contenidos.

Para Joan Ferrés la emoción es una herramienta imprescindible para el desarrollo eficaz de la función mediadora en los procesos de enseñanza y aprendizaje.